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¿Cómo diferenciar un esguince de una contractura?

¿Cómo diferenciar un esguince de una contractura?

Saber distinguir entre una distensión muscular y una contractura es fundamental para actuar a tiempo y elegir el tratamiento adecuado.

Aunque ambas lesiones pueden parecer similares, tienen causas, síntomas y tratamientos diferentes. En este artículo te explicamos de manera sencilla cómo reconocerlas y cómo tratarlas para facilitar la recuperación.

Definición de la distensión y la contractura

¿Qué es una distensión muscular?

La distensión muscular es una lesión en la que el músculo se estira más de su capacidad, provocando un daño parcial en sus fibras, pero sin llegar a romperse del todo.

Suele aparecer tras un esfuerzo intenso, un movimiento brusco o un mal gesto deportivo, y se caracteriza por un dolor agudo y localizado en la zona afectada.

A diferencia de un desgarro muscular, la distensión no produce hematomas ni sangrado interno, aunque puede limitar el movimiento y generar molestias durante varios días.

 

¿Qué es una contractura?

La contractura muscular es una contracción involuntaria y sostenida de un músculo o de un grupo de fibras. No implica un desgarro ni una lesión visible en el tejido, pero sí resulta dolorosa y limitante.

Suele aparecer tras un esfuerzo intenso o inusual, después de entrenar sin una recuperación adecuada o incluso por una mala postura mantenida en el tiempo.

Se manifiesta con un dolor persistente, una sensación de rigidez y, a menudo, con un “nudo” o zona dura palpable en el músculo afectado.

 

Causas de la distensión y la contractura

Las causas de la distensión

  • Esfuerzo físico excesivo: La distensión ocurre a menudo durante un esfuerzo físico intenso que supera la capacidad de elasticidad del músculo.
  • Movimientos bruscos: Movimientos rápidos y repentinos pueden estirar el músculo más allá de sus límites.
  • Falta de calentamiento: Un calentamiento inadecuado antes del ejercicio aumenta el riesgo de distensión.

 

Las causas de la contractura

  • Sobreentrenamiento: Un entrenamiento excesivo sin descanso ni recuperación adecuados puede causar contracturas.
  • Mecanismo de defensa: El músculo puede contraerse para proteger una zona lesionada o dolorosa.
  • Cambios de actividad: Retomar una actividad física después de un período de descanso o cambiar de ejercicio puede provocar una contractura.

 

Síntomas de la distensión y la contractura

Los síntomas de la distensión

  • Dolor agudo: Generalmente ocurre durante el esfuerzo o inmediatamente después.
  • Sensibilidad a la palpación: La zona afectada es sensible al tacto.
  • Ausencia de signos externos: No hay hinchazón ni moretón visible.

Los síntomas de la contractura

  • Dolor persistente: El dolor puede durar desde varios minutos hasta varias horas.
  • Rigidez muscular: El músculo está rígido y es difícil de estirar.
  • Zona rígida: A menudo se palpa una zona endurecida en el músculo.

Diagnóstico de la distensión y la contractura

El diagnóstico de ambas lesiones se realiza principalmente mediante una exploración clínica. En el caso de la distensión, el médico comprobará con la palpación que no exista desgarro y, si lo considera necesario, solicitará una ecografía para confirmar el estado del músculo. En cambio, la contractura suele identificarse por la presencia de una zona endurecida y dolorosa al tacto, sin necesidad habitual de pruebas de imagen.

Tratamiento de la distensión y la contractura

El tratamiento de la distensión

  • Reposo: es fundamental dejar descansar el músculo para favorecer su recuperación.
  • Aplicación de hielo: ayuda a disminuir la inflamación y aliviar el dolor.
  • Fisioterapia: Puede ser útil para fortalecer el músculo y prevenir recaídas.

El tratamiento de la contractura

  • Calor y masaje: Ayudan a relajar el músculo contracturado.
  • Reposo y estiramiento progresivo: Favorecen la recuperación del músculo.
  • Relajantes musculares: A veces se prescriben para aliviar el dolor.

Prevención de las distensiones y las contracturas

Para prevenir este tipo de lesiones, es importante realizar un buen calentamiento antes de entrenar, evitar el sobreentrenamiento y mantenerse bien hidratado. Además, los estiramientos y el fortalecimiento muscular son claves para disminuir el riesgo de sufrir distensiones o contracturas.

¿Cómo aliviar las contracturas y las distensiones?

Aunque las contracturas y las distensiones son lesiones distintas, algunos métodos de alivio pueden ser efectivos para ambas.

Métodos comunes de alivio

1- Reposo activo: Evita las actividades que impliquen el músculo lesionado, pero mantén una movilidad suave para favorecer la circulación sanguínea.

2- Aplica frío o calor: 

  • Para las distensiones: Aplica hielo durante las primeras 24-48 horas para reducir la inflamación.
  • Para las contracturas: El calor puede ayudar a relajar los músculos contracturados.

3- Compresión:  Un vendaje elástico ayuda a reducir el dolor y a mantener estable la zona afectada.

4- Elevación: Eleva la zona afectada para favorecer la recuperación, especialmente útil en distensiones.

5- Hidratación: Bebe suficiente agua para favorecer la recuperación muscular. 

Para prevenir lesiones, calienta bien, evita el sobreentrenamiento, hidrátate y combina estiramientos con fortalecimiento muscular.

Técnicas específicas para las contracturas

  • Masaje: Un masaje suave puede ayudar a relajar los músculos contracturados.
  • Estiramientos ligeros: Estiramientos suaves y progresivos pueden aliviar la tensión muscular.
  • Baños calientes: Un baño caliente puede ayudar a relajar los músculos y aliviar el dolor.

Técnicas específicas para las distensiones

1- Protocolo RICE (Reposo, Hielo, Compresión, Elevación): Reposo, hielo, compresión y elevación son esenciales en los primeros días de la aparición del dolor.

2- Ejercicios de fortalecimiento progresivo: Una vez pasada la fase aguda, ejercicios ligeros pueden ayudar a fortalecer el músculo.

  • Contracciones isométricas: Comienza con contracciones suaves sin movimiento, manteniendo la posición durante 5-10 segundos.
  • Ejercicios con banda elástica: Usa una banda elástica de resistencia ligera para realizar movimientos controlados en diferentes direcciones.
  • Ejercicios de propiocepción: Mejora la conciencia corporal y el equilibrio con ejercicios sobre una pierna o en superficies inestables.
  • Estiramientos dinámicos ligeros: Realiza movimientos lentos y controlados para mejorar la flexibilidad sin forzar.
  • Ejercicios de estabilización: Fortalece los músculos profundos que sostienen la zona lesionada.

3-Terapia por ultrasonido: Utilizada bajo supervisión profesional para acelerar la recuperación.

 

Alternativas complementarias

1- Electroestimulación: La electroestimulación es un método eficaz para tratar las contracturas y las distensiones. Al enviar impulsos eléctricos a los músculos, ayuda a aliviar el dolor, relajar los músculos contracturados y a mejorar la circulación sanguínea. Utilizada adecuadamente, también puede favorecer el fortalecimiento muscular una vez pasada la fase aguda. Para saber más, lee este articulo contractura de la pantorrilla

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2- Acupuntura: Puede ayudar a aliviar el dolor y facilitar la curación.

3- Fisioterapia: un fisioterapeuta puede indicar ejercicios y técnicas específicas que aceleran la recuperación.

4- Medicamentos: los antiinflamatorios pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación.

 

Comprender y actuar: Las claves

Saber diferenciar una distensión de una contractura es el primer paso para tratarlas de manera adecuada y acelerar la recuperación. Conocer sus causas, síntomas y tratamientos permite manejar mejor estas lesiones y reducir su impacto en el rendimiento deportivo.

Recuerda: la gravedad de la lesión marcará el tratamiento más adecuado. Si el dolor es persistente o incapacitante, consulta siempre con un profesional de la salud.

 

Supported by clinical studies proving their efficacy, Compex stimulators belong to the category of Class II medical devices and also meet the requirements of the European Medical Standard 93/42 EEC.

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